Son ocho jovenes que en la actualidad casi ninguno ha nacido en el pueblo pero sus ancestros por lo general sí. Llama la atención ver cómo los niños que veranean en Villafrades les "pica el gusanillo" de aprender el paloteo, el pasacalle y la jota para, algún día, poder ser danzante y sacar a la Virgen en procesión.

No hace muchos años que en la danza existían unas normas bastante estrictas y de obligado complimiento como la puntualidad, no tocar las castañuelas en sitio indebido, etc y que al ser transgredidas provocaban la imposición de una multa que solía ser simbólica pero "dolía" al infractor sobre todo por el cachondeo que se organizaba entre el resto de danzantes. Hoy día esta costumbre está casi en desuso.

La vestimenta es muy particular. El día de la víspera, la vestimenta se reduce a:

Pañuelo anudado en la cabeza en el lado izquierdo, camisa blanca, corbata pantalón por la rodilla con borlones, también llamado bragas, medias blancas ligas y zapatos con lazos.

Danzantes con el traje de víspera

El día de la Fiesta y el segundo día, la indumentaria es la de gala, mucho más vistosa y colorida y consta de:

Pañuelo anudado en la cabeza en el lado izquierdo, camisa blanca adornada con tres lazos en cada manga, colocados en alturas diferentes. En la espalda tres cintas anchas cosidas horizontalmente formando pliegues y, tres escapularios o "detentes" a la altura de los hombros.
En el frente llevan dos cintas onduladas, dos detentes y corbata.
El pantalon o braga llega hasta la rodilla donde es anudado con los borlones. Medias blancas sujetas con ligas y zapatos con lazos.
Encima de los pantalones se colocan las enaguas, las de abajo y las de arriba, bien almidonadas y con vuelo. Encima de estas, el delantal, rojo, con finos bordados y puntilla blanca.

Por último, los enseres del danzante, que son los dos palos y las castañuelas.

Danzantes con el traje de fiesta