A Tí, Virgen querida
de Grijasalvas
que a los buenos escudas
y al pobre amparas
A Tí, Madre amantísima,
Patrona nuestra,
consuelo de los tristes
luz sin tinieblas;
A Tí, este pobre hijo
viene, en tu Templo,
protección a pedirte
para su pueblo;
para nuestras familias,
nuestros ganados,
para nuestros hogares
y nuestros campos.
A Tí, Madre y Señora,
que de tus hijos
los llantos y clamores
siempre has oído,
A Tí, mi voz se eleva,
de amor henchida
para que nos protejas
hacienda y vida.
Y bajo el regio manto,
de Madre y Santa
con que cubres tu imagen
tan venerada,
escuda a vuestros hijos
en sus quebrantos
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y acógeles amante
en vuestros brazos
Escucha, Madre Mía,
la voz humilde
del que a tus regias plantas
protección pide
Bendice desde el cielo
A estos ancianos
Mujeres, niños, todos
Ante Tí orando;
y fija tus miradas
en estos mozos
que a festejarte vienen
con alborozo,
Pues el honor más grande
de estos muchachos
es honrar a su Virgen
con muchos “lazos”.
Suene ya la dulzaina
y a sus acordes
del tamboril los palos
presto redoblen:
y vosotros muchachos,
coged los palos
y pronto disponeros
a echar un “lazo”.
Que al momento los cohetes
hagan las salvas,
Y ¡viva nuestra Virgen
de Grijasalvas!
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