Todo salió según lo esperado. Se consiguió recuperar una de las tradiciones más arraigadas en Villafrades como son las Cofradías. Los festejos de San Roque duraron dos días, Víspera y Fiesta Mayor, en los que los cofrades de la Nueva cofradía desfilaron por las calles del Pueblo al son de la dulzaina y el tamboril, ante la mirada atónita de los más jóvenes, que nunca habían visto cosa igual. Los más viejos recordaban con nostalgia esta tradición acordándose de algún pariente fallecido que en su día también fue cofrade.
El Mayordomo, Teodoro Pastor, asumió su papel con gran naturalidad y estuvo en todo momento a la altura de las circunstancias.
Durante los festejos, siempre amenizados por la dulzaina y el tamboril, se recuperaron todas las costumbres ancestrales de esta Cofradía como son la Procesión con el Santo a hombros de los cofrades, hoguera los dos días de fiesta, la entrega de las colaciones (almendras para los cofrades), la comida de los Hermanos con presencia del Sacerdote (Don Acacio) y, por último, el traspaso del cargo de Mayordomo por parte de Teodoro Pastor a Rafael Gómez con la entrega de la segunda colación y la recogida de la pendoneta en un acto público celebrado en la plaza de las escuelas.
La nueva Cofradía quiso tener un detalle con el único Cofrade vivo, Simeón Rodriguez, que por su avanzada edad y su estado de salud, no pudo participar en los festejos del Santo; haciéndole entrega de una placa conmemorativa en su domicilio, en un acto en el que estuvieron presentes varios cofrades.
A continuación se muestran las mejores fotografías de los festejos: