Nació en Villafrades el 14 de julio de 1874. Sus padres eran José y Gregoria. Ingresó en los Padres Dominicos el 8 de diciembre de 1889 en Ocaña. Hizo votos solemnes en Avila el 10 de diciembre de 1893 completando allí sus estudios de Teología. Tras una breve estancia en Barcelona fue destinado a la misión de Formosa donde llegó el año 1920. En abril de ese año, al dimitir de su cargo el Vicario P. Angelo Rodríguez, fue nombrado pro-vicario provincial, llegando al distrito de Tae-Tiong para desempeñar tal cargo. En 1923 fue trasladado a Takao y en 1929 a Bankin donde permanece hasta 1941 en que debió regresar a la parte norte de la isla ya que los japoneses no consentían extrangeros en el puerto de Takao ni residir cerca de la misma ciudad.
Se
debe destacar su afición al estudio
y durante sus 48 años de misión
repasó una y otra vez la Sagrada
Escritura y la Teología moral. Todo
este saber adquirido, no lo guardaba celosamente
para sí, sino que lo comunicaba a
los demás en sus frecuentes predicaciones,
bien en breves pláticas, tan sencillas
que pudieran ser comprendidas por los oyentes,
o bien en sus escritos en lengua vernácula
editados en la revista "El buen
pastor".
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Amaba tanto el estudio en silencio, que prohibía en la casa todo bullicio o manifestación estruendosa de alegría y aún de cánticos; sin embargo no era agrio y áspero con los demás.
Mientras estaba dispuesto para ir a Hong-Kong, se le recrudeció un antiguo padecimiento, debido al cual le resultaba imposible respirar por la inflamación de las vías respiratorias, lo cual fue la causa de su fallecimiento, ocurrido en la ciudad de Tae-Tiong el 7 de febrero de 1950.
Culturalmente realizó algunas publicaciones en revistas religiosas e hizo multitud de trabajos periodísticos en colaboración con Teodoro Gordaliza, con el que siempre unió una estrecha amistad. Pudo haber tenido alguna participación en la traducción al anamita del Codex Canónico, efectuada por el propio Monseñor Gordaliza, pues es de suponer que tratándose de una persona con la que había realizado publicaciones conjuntas y ser un experto en Teología Moral, prescindiese de sus servicios en esta gran Obra.
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