Por Rafaela Navarro Armas
y Mariano Borrego González

Nace el 25 de enero de 1905 en Villafrades de Campos provincia de Valladolid. Es el Primer hijo del matrimonio formado por Priscila Gordaliza Sánchez y Lucio Borrego Gordaliza, eran primos. Además de este hijo tuvieron a Mariano, Eleuterio, Román y Teresa de Jesús Borrego Gordaliza.

Era nieto por vía paterna de Antonio Borrego Madrigal y Francisca Gordaliza Rodríguez y por la materna de José Gordaliza Alonso y Gregoria Sánchez Lanero.

Recibe el Sacramento del Bautismo en la Iglesia de San Juan Evangelista de Villafrades y la confirmación en Cuenca de Campos por el Sr. Obispo de León. Hace sus estudios primarios en la escuela del pueblo como los demás niños permaneciendo en ella hasta su entrada en el Seminario.

Muy joven sintió la vocación religiosa y con once años ingresa en el Seminario Menor de Palencia. En el año 1921 con 16 años hizo su Primera Profesión en la ciudad de Álava.

Posteriormente pasa, en el año 1926, a Santo Domingo de la Calzada para tomar la Profesión Perpetua. Allí acuden sus padres y su hermana Teresa desde el pueblo. Como anécdota, los sacerdotes enseñaron a Teresa, que de aquella era una niña tendría alrededor de 7 años, a jugar al cinquillo. Aún es hoy el día que, cuando echa una partida lo recuerda con agrado y es lo primero que dice: "Aprendí en Santo Domingo de la Calzada donde cantó la gallina después de asada".

El 2 de junio de 1929 fue ungido sacerdote en la ciudad de Segovia, y en el año 1931 es destinado por la Orden del Sagrado Corazón PP. Claretianos a Chile.

Seguramente que no fue casual elegir la orden y en esto tuviera que ver su primo Pablo Medina Gordaliza, Claretiano como él. También estaba emparentado con: el Hermano Pablo Pastor Medina, del Claret. Igualmente con Buenaventura Gordaliza Sánchez de los PP. Dominicos (O.P); era sobrino carnal y con el Obispo Teodoro Godaliza O.P.

Etapa Chilena

Desde su ingreso, los Superiores, dado su amor al estudio eclesiástico vieron en él un brillante porvenir.

Sé puede decir que la mayor parte de su vida la dedicó a la docencia, tanto la superior, como en las casas de formación hasta la década de los años 50.

En la formación de seminaristas, como profesor, estuvo más de 20 años, poniendo todo su empeño en la instrucción de los filósofos y teólogos del Claret. 11 años a cargo del Seminario Mayor en Talagante. Seis como rector del mismo.

En la enseñanza superior tres años como profesor de la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Santiago de Chile en la cátedra de Lengua Hebrea.

En este tiempo fue también durante doce años Consejero Provincial de los Claretianos en Chile.

Muchos jóvenes llegaron al sacerdocio en Chile por la orientación del P. Pablo y en este sentido hay que agradecerle la labor realizada en este campo como formador de seminaristas.

Igualmente muchas religiosas también tienen que agradecer en este sentido al P. Pablo.

Ya en el ámbito del apostolado su ministerio parroquial lo ejerció en Talca, Santiago de Chile seis años, Curicó y nuevamente Talca donde estuvo durante 24 años como superior de la comunidad. Se distinguió en la orientación espiritual de muchas e importante personas de la vida chilena.

De carácter acogedor, bonachón, sencillo fiel y austero como los hombres de Tierra de campos. Era un misionero con vocación, entregado a los demás y a la Orden del Sagrado Corazón, nunca desperdiciaba el tiempo. Responsable en su trabajo y en los cargos que ocupó.

A nivel personal contó con la amistad de gente muy importante de la sociedad chilena, dejando muy buen recuerdo en los lugares donde estuvo.

Visita a La Coruña

La familia del P. Pablo se estableció definitivamente en la ciudad gallega con la llegada de sus padres y hermana en 1930. Diez años antes aproximadamente, lo habían hecho sus hermanos Eleuterio y Mariano.

La primera vez que visita La Coruña es el 7 de mayo de 1950. Procedente de Madrid; llega a la antigua Estación del Norte hoy ya desaparecida diciendo su primera misa en la ciudad Herculina en el templo de los PP. Redentoristas muy cerca de la estación. De su presencia en la ciudad, se hace eco un periódico local que publica una entrevista con él. Sería la última vez que vería a sus padres con vida. Posteriormente la visitaría aproximadamente en los años 1967 y 1969.

En la segunda vez, año 1967 sufre una operación en Coruña de la que pronto se recupera. La siguiente visita sería su despedida pues venía ya bastante deteriorado de las piernas.



En su etapa coruñesa, decía misa a diario en la Grande Obra de Atocha situada en la Plaza de España, a un paso de la casa de sus hermanos. Es un Instituto Secular. Más de una Señorita como se llaman, lloró con los sermones del P. Pablo, puesto al día por su hermano Mariano conocedor del punto débil de ellas. Les hablaba del fundador del Instituto y aquello era un mar de lagrimas por parte de las asistente. Muchas veces, tiene comentado a sus hermanos, que no entendía esta reacción. Durante la misa, a veces era acompañado por un canario que deleitaba a los presente y entorpecía al oficiante.

Los domingos la cosa cambiaba, aquello estaba más concurrido iba toda la familia y parte de los del pueblo. Algunos como Evaristo Prieto, fiel devoto ¡nunca consiguieron que llegará puntual a misa!. Llegaba cuando todo el mundo salía. Muy buena persona, vivía con sus hermanas Julia y Adriana, en la calle Panaderas, donde tenían una tienda que luego reconvirtieron en zapatería con el nombre de "La Primitiva", les iba como añillo al dedo y claro, le tenían muy mimado. Que el hermano del P. Pablo, Mariano dejara su soltería se la debe a él, sí bien Evaristo quedo para "vestir santos" con sus hermanas.

Por las tardes del domingo la cita de casi todo Villafrades era en un café "La Parra", situado en una calle perpendicular a la del Orzan, todavía existe. Donde Eleuterio, Leopoldo Ramos, Doro y Antonio Rodríguez, Narito, etc. por citar algunos, jugaban la partida al dominó, el P. Pablo platicaba, con gente que se acercaba a saludarlo.

Comía y dormía en casa de su hermana Teresa, que si bien no era buena cocinera, siempre se vio recompensada por las alabanzas de su hermano, nunca encontró una comida mala.

Después de la siesta y sí el tiempo lo permitía salía con su hermano Mariano a dar un paseo y visitar a los paisanos.

Algo que llamaba la atención de sus hermanos es que en los ratos de ocio, le pedía a su hermana alguna revista del corazón ¡supongo qué para estar al día!.

En uno de los viajes, el del año 1967, vino acompañado del P. Epifanio Ramos, Claretiano como él y compañero de fatigas en Chile. Tenia un hermano llamado Narito en Coruña. Como estaba delicado de salud la misa la decía sentado, pero ¡cuidado! con el vozarrón que tenia era difícil quedar adormecido. También a él le acompañaba el canario antes citado, pues muchas veces concelebraban juntos en la Grande Obra dándose el caso que sí uno levantaba la voz el otro parece que lo hacia más. Creo que al final optaron por tapar al pobre pájaro.

Viaje a Villafrades

El viaje a España lo finalizaba en el pueblo para la fiesta, que de aquella se celebraba en septiembre. Era muy devoto de la Virgen Maria y de la de Grijasalbas. Todas sus cartas las encabezaba con el lema "Ave Maria Purísima". En el pueblo se alojaba, en casa de su prima carnal Gregoria Pastor Gordaliza.

El trayecto desde Coruña, lo realizaban en un citroen de color azul, matrícula C-20.501; al volante del cual iba su hermano Eleuterio (que como todo buen comerciante que se precie, tenia la terminación de la matricula del coche en marca de coñac 501. En ese tiempo existía uno con el nombre de 501). Supongo que el viaje sería una aventura. Así cuentan, que al bueno de Eleuterio no sé le daba muy bien eso de aparcar cuando no andaba sobrado de espacio y se le podía ver levantar el coche por la parte de atrás, con el fin de arrimarlo a la acera, ¡siempre lo dejaba clavado!. Los citroen de aquella época, tenían mucha suspensión y esto facilitaba el levantamiento del coche.

El parecido del P. Pablo, Tello (Eleuterio); como era conocido cariñosamente, Román y Teresa con su padre era asombroso y con la edad se acentuó más. Su otro hermano Mariano tiraba más a la madre.

Enfermedad y muerte.

El padre Pablo se carteaba con frecuencia con su hermana y esporádicamente con otros miembros de la familia y, del pueblo, con su prima Goya.

Corría el año 1986 cuando su sobrino Mariano toma el relevo de escribir. Le gustaba llamarlo cariñosamente "su secretario" por la cantidad de datos y lo cargaditas que iban las cartas. Así estuvo hasta que en el año 1988 no recibían ninguna contestación y las cartas tampoco eran devueltas. Nadie sabia nada.

En 1989, ya pensando lo peor, su sobrino, escribe a la Embajada y, otra vez el reencuentro; creían que no tenía familia.

Estaba acogido por las Hermanas del Buen Samaritano de Molina a unos 30 km de Talca, su último destino. Cuentan que es un lugar privilegiado con montones de fruta y un clima bueno. El policlínico donde estaba lo llevan las citadas hermanas; en su haber tienen varios premios:

"Tonetti", Premio Presidente de la Republica, por citar. Esta dirigido por la Rvd. M. Domnina Irene García de Prado "Madre Irene"; natural de Burgo Ranero cerca de Sahagún en la provincia de León. El P. Pablo fue el asesor espiritual de la madre.

En una visita a España de una de las hermanas que le cuidaban, Madre Purificación natural de Ferrol, sus hermanos Mariano, Teresa y su sobrino, tuvieron el gusto de conocerla y compartir mesa con ella.

Su labor es con los más necesitados, la marginalidad y la pobreza en su grado máximo, sida, enfermos terminales etc. Hace unos años han abierto una casa en Loja- Granada.

En el policlínico estuvo muy bien cuidado por las hermanas, el pulso no le dejaba escribir y estaba en silla de ruedas. La comunicación, era fluída, por medio de una hermana o algún sacerdote compañero de él. Su sobrino fue invitado a visitarlas por la madre para que viera a su tío pero debido a sus obligaciones aquél rechazo la invitación.

El 14 de mayo de 1991 llega a Coruña la triste noticia del fallecimiento, contaba 86 años. Tres meses antes, el 24 de enero de 1991 a punto de cumplir años el día de las Candelas, su sobrino le habían comunicado la muerte de su hermano Mariano que había fallecido repentinamente, la noticia le causó gran tristeza. Su otro hermano Eleuterio, tras una grave enfermedad se había ido el 27 de abril de 1980, fue un duro golpe para los hermanos y la familia.

Pocos meses después del fallecimiento llega a casa de su sobrino, un paquete de Molina-Chile, donde esta enterrado, con las pocas pertenencias de su tío, lo remitía la M. Irene.

El por qué de Padre Pablo Gordaliza.

El P. Pablo dentro de la orden, en la correspondencia y firma era conocido por P. Pablo Gordaliza. Aún hoy es el día, que más de un Claretiano se sorprende, al saber lo que voy a contar. Si bien en la documentación oficial figura con su nombre real.

¿Por qué omitió el apellido paterno?. Para aclarar esto su sobrino Mariano Borrego nos cuenta lo siguiente:

--Los amigos, como en mi caso, los elegimos, pero la familia nos viene dada como los lotes, apellido y personas, donde hay de todo. He de confesar que de pequeño tenia mi complejillo con el apellido Borrego, si bien nunca tuve problemas.

En el colegio donde estudié había una pequeña granja doméstica en genealogía: Borregón, Sardina, Porca, Cordero, Cabrera; que puestos a elegir no salía mal parado y dependiendo del cura que nos tocara para desasnarnos, así como del día que aquél tuviera, la tomaba con uno u otro, la cosa estaba pues repartida--.

Siendo este el panorama que podía haberse encontrado el P. Pablo y como todos hemos sido alumnos y sabemos como las gasta el personal. Decide pedir permiso a su padre Lucio, para usar el apellido materno como primer apellido.

El revuelo empezó pronto, así cuentan que estando ya en el Seminario Menor recibe la visita de un familiar. De aquella hacía poco que había cambiado de apellido. El pariente con gran enfado le dice al P. Pablo: ¡¡Borrego es tu padre!!, ¡¡Borrego tu abuelo!! y ¡¡Borrego tienes que ser tú!!.

Decir también al respecto, que algunos familiares: Hermanos, su sobrino Mariano, este "cambio genealógico" no lo entendían, ni lo entienden y tampoco estuvieron de acuerdo, si bien respetaron la decisión.

De ahí que mucha gente le conozca con ese nombre: P. Pablo Gordaliza.

A la memoria de P. Pablo, Mariano y Eleuterio Borrego Gordaliza, que en paz descansen.