REFRANES DE TUTI-FRUTI (variados)

Hay que hacer constancia expresa de que aquí obviamos intencionadamente aquellos refranes más sabidos y notorios, o sea, aquellos más sonados por usarse en todas latitudes. A ésos los desdeñamos olímpicamente y les vamos orillando al margen de nuestro camino. Los que aquí se inscriben son los que podemos tildar de lugareños, o sea propios del lugar, pues muchos adquirieron aquí su carta de naturaleza, al haber sido alumbrados por las lúcidas mentes de nuestros antepasados desde tiempo inmemorial. Y que, además, llevaban garbosamente enraizados en lo más profundo de sus entretelas. Vamos a ir desgranando uno tras otro, mientras que la mente nos responda y el recuerdo no nos falle:

“No hay mejor espejo
que la carne sobre el hueso”

“La morcilla sabrosa… picante y sosa”

“La dama que tiene un punto
y a ese punto le abandona,
el punto se le hace coma”

“Por dinero baila el perro
y por pan, si se lo dan”

“Se cazan más moscas con una gota de miel
que con un barril de vinagre”

“A la puerta del rezador
no pongas el trigo al sol.
A la del que no reza nada…
Ni el trigo ni la cebada”

Maldición castiza: “Que Dios te dé mucha salud y a mi mucha sarna. Y a los dos nos la vaya quitando poquito a poco”

“No compres cosa vieja que no sea teja”

“Entre padres y hermanos que nadie meta las manos”

“La carne pone carne y el vino sangre”

“Está tan seguro como el agua en una cesta”

“Al pasar el río vale mas la cuerda que el trigo”

“Dios y el dinero… los dos juntos son buen par”

“Oveja que bala… bocao que pierde”

“Ricos parecen… ¡y es extraño!
Pues se van en tíburi y vuelven en carro”

“La paja salta y el pelo vuela,
no tiene culpa la cocinera”

“Nadie se preocupe por lo que otros tengan que pagar”

“Nadie se perdió más que por no tener que vender”

“Dos que duermen en el mismo colchón se hacen de la misma opinión”

“Predicar en desierto… sermón perdido”

“Discutir de religión con un ateo, predicar a canónigos y matar pulgas al perro… tiempo perdido”

“Si quieres que el dinero nunca te falte, lo primero que tengas nunca lo gastes”

“Cantar bien o cantar mal
en el campo es indiferente.
Pero donde oiga la gente…
Cantar bien …. O no cantar”

“La mujer por ser fiestera,
se la vio el culo por las hombreras”

“No quiebra por delgao
sino por gordo y mal hilao”

“No siento que me llames Juana,
Sino el retintín con que me lo llamas.”

“La mujer baja tiene tres faltas:
culona, barrigona y corta de pata”

“El que no sabe a donde va…
Acaba en ninguna parte”

“Lo que otro suda…
A mi poco me dura”

“La camisa del herrero
después de seca blanquea”

“Hijo eres, padre serás.
Con la vara que midas te medirán”

“Poco a poco y a buen son…
sale la obra más lucida
y se gasta menos carbón”

“El sastre del Campillo…
Trabajar de balde y poner el hilo”

“Con despensa llena
se hace pronto la cena”

“Cuesta arriba… no me animes.
Cuesta abajo… déjame.
Tú dame paja y cebada
Y la jornada andaré”

“Sol madrugador, mujer callejera y aire burgalés… ¡malos son los tres!

“Casa… cuanto quepas. Tierras cuantas veas”

“¿Me guardarás un secreto amigo? Mejor me lo guardarás si no te lo digo”

“El que se abriga debajo de hoja… dos veces se moja”

“Para ser mentiroso hay que ser memorioso”

“Para decir mentiras hay que hablar de lejos y contar con muertos”

“El perro y el niño donde le dan cariño”

“Don sin din… campana sin badajo”

“El pan con ojos… el queso sin ellos y el vino que se salte a ellos”

“Si en el quinto no hay perdón
y en el sexto no hay rebaja,
ya puede Nuestro Señor
llenar el cielo de paja”

“La espiga rica en fruto
se inclina hacia la tierra.
La que no tiene fruto…
Se empina tiesa”

“Si vas a la plaza niña te advierto
la merluza cerrada y el congrio abierto”

“Si vas a la feria tráeme un pañuelo.
Pa que no se me olvide, dame el dinero”

“Sacristán que vendes cera
y no tienes colmenar
Con el rapa rapaverum
Rapaverum… del altar”

“Tanto que sabes que sabes
Tanto que sabes coser…
Me has hecho unos pantalones
Con la bragueta al revés”

“Ovejas… pa quien las guarda.
Y tierras… pa quien las labre”

“Centeno, mala caña,
pronto espigas, tarde granas.
Calla tú, cebada cagada,
Que si no te abonan,
No das nada.
Y tú, trigo porretudo,
Cuando tu granas yo acudo”

“De tercos y porfiaos viven los abogaos”

“Después de carro entornao
todas son carreteras”

“¡Ay avena!, ¡quien te verá en morenas!

“Costurera sin dedal cose poco y lo hace mal”

“La labor del niño es poca,
pero quien la desprecia… es loca”

Al que Dios no le da hijos…
el diablo le da sobrinos”

“Una mano con otra se lava, con dos la cara”

“Desnudo nací, vestido me hallo,
si muero desnudo, ni pierdo ni gano”

“Estrena la gente los días que cantan e inciensan fuerte”

“Son la honra y la salud
dos prendas de gran valía.
Pero no se reconoce
Mientras no se ven perdidas”

“Calvo, ¿echarás pelo? Malo lo veo”

“Penas no matan, pero ayudan a morir”

“Los convidados dan mucha alegría,
Pero, cuando vanse, más todavía”

“Al que no está acostumbrao a bragas
las costuras le hacen llagas”

“Entre día y noche no hay pared”

“El mozo y el gallo… un año.
Cuando va para dos… os…”

“El que añeja abono y lana es como si no añeja nada”

“¡Qué le importa que nieve
al que ovejillas no tiene!”

“Esquila buena y mala
a los diez días se igualan”

“No es lo mismo Gabino, ven, que venga vino”

“No es lo mismo Santiago de Compostela
que compóntelas como puedas”

“Con las peras… vi … (no bebas)
porque si con las peras bebes vi…
¿qué será con la sardi?”

“Una comida tienes, gallego,
si la comes antes, no la comes luego”

“El mal que se quita durmiendo
yo bien lo entiendo”

“El bien y el mal al rostro salen”

“Bueno es fulano… ¡trátale un año!”

“Un secretario y un gato
la limpieza de una casa.
El gato limpia los platos
Y el secretario… la plata”

“Al serrador … vino
y a la sierra… tocino”

“De la mar el mero, de la tierra el carnero”

“Quien de nuevo no trabaja
de viejo duerme en el paja”

“Consejos vendo, pero para mi no tengo”

“No es lo mismo predicar que trigo dar”

“Donde fueres… haz como vieres”

“En la casa donde fueres,
La mujer sea tu tía”

“El hombre el fuego, la mujer … estopa
Llega el diablo y sopla”

“Ante la Justicia y la Inquisición ¡chitón!”

“Detrás de la leche… nada eches”

“Sopas y sorber… no puede ser”

“El comer y el arrascar no quiere más que empezar”

“Estoy loco de contento
porque me ha hecho mi madre
unos pantalones nuevos
de unos viejos de mi padre”

“En casa del herrero… cuchillo de palo”

“Mecachis diez y en san diez
cuánto me quiere mi abuela;
cuando come la lechuga,
me da a mi las hojas grandes
y se come las pequeñas.
Mecachis diez y en san diez
Cuánto me quiere mi madre,
Cuando come la lechuga,
Me da las hojas más grandes”

“Contra el vicio de pedir
está la virtud de no dar”

Malo es que digan de ti: “que estás como las lámparas de S. Justo, que pareces el espíritu de la golosina, que eres como las viñas de Boada (prometen mucho y no dan nada)”. Ante estos casos y otros similares lo mejor es: “liarte la manta a la cabeza, hacer de tu capa un sayo, ponerte el mundo por montera” y repetirte a ti mismo:

“Predícame cura, predícame fraile,
por un oído me entra
y por el otro me sale”

O rumiar secretamente en el cenit de tu indignación aquel otro:

“Si canto… me llaman loco
y, si no canto… cobarde
si bebo vino… borracho
si bebo agua… miserable”

Y, como no podrás evitar que de todo hagan misterio, ya que la maledicencia es hija de satanás y las lenguas viperinas están siempre dispuestas y afiladas, hazte finalmente esta recomendación:

“Digan todo lo que digan…
no hagas caso de la gente,
que es más crecidito el río
que el rumor de la corriente”

Y así podrás vivir tranquilo y dormir en paz.

“Cuando has de caminar, al cielo no has de mirar”

“Más vale trapo mal echao que agujero bien hecho”

El hombre sensato sólo le pide a la vida:

“libros antiguos para leer,
caballo viejo para cabalgar,
vino añejo para beber
y amigos ancianos para conversar”

“Si quieres que el ciego cante,
la limosna por delante”

“Si con malvas te crías… mal vas”

“Donde quitan y no pon, se pega con el hondón”

“Peso y medida evitan porfía”

“Niñas y jovencitas, no bebáis vino que se os pone el ombligo azul”

“Niños y jovencitos no fuméis que vais a mear la cama”

“Los sembraos, por la mañana, y las novias, por la tarde “

“Las faltas de mi marido, nadie las sabe, si yo no las digo”

“Gasta más el pobre en hilo que el rico en vestido”

Al nacer una niña, decían a los padres:
“Salud para verla pronto casada y tarde viuda”

Y por último, una genialidad de los abuelos de los actuales queseros, que en Madrid repartían el queso llevando una cesta típica al hombro y no tenían otro medio de desplazamiento que el metro. Y dice así:

“Para montar en el metro
tres cosas son menester:
ir sin prisa,
sin cartera,
y sin callos en los pies”