REFRANES SEMANALES

Una prueba más de que la inventiva de nuestras gentes no tenía límites queda reflejada en los tres ejemplos siguientes. Ved el guiso que fueron capaces de aderezar, valiéndose de … o mejor dicho jugando con… los días de la semana:

La semana de los holgazanes:

Lunes y martes, fiestas en todas partes; miércoles y jueves, fiestas solemnes. Viernes y sábado, las mayores del año. Y al final, para descansar, fiesta dominical”

Y como colofón añadían:

“El gremio de holgazanes
tiene por costumbre:
descansar los domingos
y holgar los lunes”

La semana de los holgazanes:

“Lunes… me acuesto,
martes… me levanto,
miércoles… descanso,
jueves… hilo un poco,
viernes… lo recojo,
sábado… a coser.
¿Cómo quieres, marido,
que yo tenga barrido,
si no ha podido ser?”

Para rematar con la guinda:

“Moza dominguera no quiere lunes”

La semana de los enamorados:

“El lunes conocí tu cara morena,
el martes yo noté que me enamoraba,
el miércoles pasaste junto a mi vera
y el jueves me di cuenta que yo te amaba.
El viernes me dijiste que me querías,
El sábado robaste mi corazón
Y, viendo que eras dueño de mi alegría,
Llegaste al domingo y ¡se te olvidó!”

Todas ellas iban acompañadas de sus musiquillas respectivas, pues hay que reconocer que también en este tipo de menesteres eran unos verdaderos artistas.

REFRANES GORRINOS (o gorrinadas)

Los siguientes son un poco gorrinos, pero no por serlo dejaban de manejarse como moneda de curso ordinario en sus decires cotidianos. Y, si pretendemos que este compendio esté impregnado de la más absoluta fidelidad, cometeríamos un lapsus imperdonable, si les dejáramos de lado. Así pues vamos a hacerles desfilar ante vuestros ojos, contando de antemano con vuestra benevolente aquiescencia. De todas formas … a mi plan. Yo, según lo oí y aprendí así os lo cuento:

¿Qué es el pedo?

“Es un aire corrompido que sale por el culo haciendo ruido”

¿En cuantas partes se divide el pedo?

“En siete: Infla, desinfla, música de honor, se abre, se cierra, se marcha pa su tierra y nos deja aquí el olor”

¿Cómo dicen los pedos de las señoritas?

“Valladolid… pi… pi”

¿Y los de las viejas?

“Pamplona”

Si en algún corrillo de esos que se formaban, bien a la solana en el invierno o al fresco en el verano, alguien, sin querer o queriendo, soltaba una ventosidad sonora, no faltaba quien se lo recriminaba diciéndole con cierto tono de solemnidad:

“Con esa campana te entierren”

Otras veces, ante tal desfachatez, más de uno solía decir al osado, con guasa:

Salud hermano y que otro día no seas tan marrano”

A lo que el aludido respondía:

“Será descortesía, pero descansa la caballería”


Cuando se desencadenaba alguna discusión, más o menos agria y acalorada, a veces se cortaba bruscamente por alguno de los litigantes con este exabrupto:

Vete a la mierda”

A lo que el otro contestaba :

“Arrimándome a ti, ya estoy en ella”.

Otras veces la expresión era simplemente:

“Mierda”

A lo que el otro contestaba:

“Pa tu boca buena merienda”

Y una tercera solía ser:

“Bésame en el culo”

siendo contestada con:

“No te lo he visto, pero me lo figuro, si así tienes la cara, ¡como tendrás el culo!”

Cuando la discusión versaba sobre algún tema de cierta enjundia, el sabiondo imponía su ley. Y el más lerdo cedía mientras refunfuñando le soltaba:

“Tú que tanto sabes, yo que nada sé,
hinca los dientes donde yo cagué”

“Valiente como tu abuelo, que rompió la cincha a pedos”

“Te casaste… la cagaste”

”No es lo mismo tubérculo que ver tu culo”

“Por levantarme temprano,
cuando me puse a mear,
se me enredaron las mantas,
se me cayó el orinal”

“Si en el campo has de cagar,
lleva un papel ex profeso,
Pues, si no, le has de buscar
Con los tres ojos abiertos”

“El que lo hacía en el campo podía después afirmar:

Fui al campo, clavé la estaca y me traje el agujero pa casa”

“Para cagar a gusto,
cagar en alto,
se reparte la mierda y
no huele tanto”

“Bendita seas hasta por donde meas”

“Dios te bendiga desde los pies a la barriga”

“Para ser pu… y no ganar nada,
vale más ser mujer honrada”

“Según come el mulo así caga el culo”

“Capítulo catorceno, quien come morcilla caga moreno”

“Si quieres castañas… el burro las caga por las mañanas”

“Pareces al galgo del Tío Lucas que, cuando sale la liebre, se pone a mear”

“Cagajones con miel… saben bien”