REFRANES CASAMENTEROS (o algo así)

Espigando en este campo, topamos con una veta caudalosa, que nos va a aportar un verdadero aluvión de refranes y sentencias, que, por un lado, rezuman elegancia y vistosidad, y por otro, están impregnados de un profundo sentido práctico y hasta filosófico. De entre ellos, entresacamos los más significativos:

Los tres primeros vienen a demostrar que de gustos no hay nada escrito, o que por los gustos se gastan los colores.

“No te cases con la rubia que serás un desgraciado. Cásate con la morena y serás afortunado”

“El cabello de la rubia dicen que tiene veneno. Aunque muera envenenado, cabello de rubia quiero”

“Niña pecosa… niña hermosa”

“Antes de que te cases… mira lo que haces. Después de casada ya no mires nada”

“Una vez te casarás y mil te arrepentirás”

“Los enemigos del hombre son tres: suegra, cuñada y mujer”

“El que a mi casa no va… de la suya me está echando”

“El Santo de Villavaruz… ni darlas ni tomarlas”

“Nunca te acostarás sin saber una cosa más”

“Pide el ansioso para el deseoso”

“La vaca la reina… holgando, se escuerna”

“La madre y la capa, todo lo tapan”

“A la moza sin mandil… cualquiera se lo puede pedir”

“El que nace pobre y feo, y se casa y no es querido, luego muere y va al infierno, ¡vaya juerga que ha corrido!”

“El que su herencia a otros diere años antes de su muerte, tiene merecido le den, con un gran canto en los dientes”

Del sordo que unas veces parece que oye y otras no, se suele decir:

“Este es sordo de moda, que oye lo que le acomoda”

No te fíes del tontico del pueblo, si le oyes decir:

“Yo soy el tonto del pueblo,
el tonto de mi lugar.
Todos viven trabajando,
Yo vivo … sin trabajar”

“Si quieren saber señores,
la mierda que caga un perro…
primero caga un chorizo
y después chorizo y medio”


En Villafrades siempre se tuvo a gala el casarse con alguien del mismo pueblo. Esto se miraba bastante, hasta el punto de que, cuando alguien se casaba fuera del pueblo, comentaban con cierto tufillo entre irónico y chungón:

“El que fuera va a casar…
o da perro o se le dan”

“Dios me libre de mujer que sepa latín y de mula que haga …him …him.”

“El martes ni te cases ni te embarques”

“El martes, ni tus hijos cases ni tus puercos mates”

“Entre Santa y Santo, pared de cal y canto”

“¡Tanto postín, tanta parola y el puchero en la lumbre con agua sola!”

“Mujer compuesta, quita al hombre de otra puerta”

Las que se quedaban solteronas solían decir no se sabe si con despecho o resignación:

“Más vale vestir Santos que desnudar borrachos”

Si se casaba una moza que era un tipazo despampanante, lo que se llama un monumento y, al tener el primer hijo, tenía que darle a criar a las amas de cría, porque ella no lo podía hacer por falta de leche, se comentaba con sorna:

“Revenga, revenga, mucho fardel y poca merienda”

“Madre e hija caben en una camisa. Suegra y nuera no caben en ella”

“Son los hombres, amando, burros de noria,
que dan vueltas y vueltas por ver a la novia”

“Muy buena moza y si me la dan…
tralarán, tralarán…”

A veces el más rico del pueblo era además el más tonto. Y como no tenía otra de su igual que le quisiera, se casaba con la más pobre, que, si era guapa y casquivana, daba pie al siguiente comentario:

¡De qué le sirve tener
una mujer tan bonita,
si de noche no la ve
y de día se la quitan!”

“Si quieres ser buena suegra
y de la nuera alabada,
ten la bolsa siempre abierta
y la boca bien cerrada”

Cuando alguno se casaba con una moza que tenía algún defecto palpable, ya físico, ya moral o de otra índole, decían:

“No compres mula con tara,
pensando que sanará.
Las que están sanas cojean…
Las que están cojas…
¿qué harán?”

“Tol mundo debe rezar:
el que se embarca… una vez
el que va a la guerra … dos
y el que se va a casar … tres”

“De los hombres que vio el mundo
sólo Adán tenía juicio.
Casó con mujer sin madre
Y vivió en el paraíso”